Hay sectores que, por lo visto, temen tanto como el diablo a la cruz a la aprobación del nuevo Código Penal.
Bastó con que se priorizara y se anunciara su posible discusión desde este martes para que francotiradores, como los definió el presidente de la Cámara de Diputados, comenzaran a torpedear el proyecto.
Alfredo Pacheco denunció que sectores presionan al Congreso para evitar que la pieza se apruebe, aunque sin las polémicas causales, en la presente legislatura.
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Pero no obstante la embestida de gente que no identificó Pacheco adelantó que ha visto en los legisladores y sus partidos una actitud firme para que el código se apruebe ahora.
La objeción a las causales sobre el aborto parece que también se usó como pretexto para bloquear la necesaria actualización del Código Penal.
En esta etapa los intereses en juego han salido a flote. Últimamente se han incrementado los reclamos para que el proyecto, uno de los priorizados por el Senado y la Cámara de Diputados, se sancione sin más demora.
La buena disposición de los titulares de ambas cámaras es un elemento que genera optimismo al respecto.