Editorial Opinión

Segundo semestre

Segundo semestre

Al concluir el primer semestre del año, el Gobierno se enreda en una madeja de estadísticas y fórmulas económicas en esfuerzo por incrementar recaudaciones, disminuir gastos, elevar inversión y mantener subsidios, con la finalidad de contener inflación y reducir el déficit fiscal.

El proyecto de Presupuesto General del Estado presentado por el Poder Ejecutivo al Congreso, de $1, 155,565.3 millones, representa un incremento en la presión fiscal, que alcanzaría 14.9 % en proporción al Producto Interno Bruto ($871,485.9 millones).

El estimado de déficit fiscal fue fijado en 3.0 % del PIB y la meta de inflación en 4+1 %, estadísticas que se corresponden con un período de recuperación económica después de los estragos en el aparato productivo causado por la pandemia.

La guerra entre Rusia y Ucrania ha trastornado el rescate de la economía a causa de una espiral de aumentos de precios de materias primas esenciales como petróleo, gas natural, carbón mineral, trigo, maíz, soya y fertilizantes, además de una mayor perturbación en el transporte del comercio internacional.

Es en este contexto que se produjo antier la afirmación del presidente Luis Abinader de que con el incremento de las recaudaciones fiscales se financian los subsidios a los combustibles y a la canasta familiar, que según el Gobierno ascendería a más de 52 mil millones de pesos.

En los primeros cinco meses de este año, los ingresos por fiscalidad ascendieron a $282,716.4 millones, para un incremento de 13.6 %, con relación a 2021, aunque en el Presupuesto General, el estimado de incremento se sitúa en 14.9 % del PIB.

Al mes de junio, las inversiones del Gobierno en obras de infraestructura sumaron 452 mil millones de pesos, lo que justifica los esfuerzos que realizan autoridades monetarias por retirar excedentes en el circulante por vía de aumento de las tasas de política monetaria y la recuperación de financiamientos hechos a sectores productivos y hogares durante la pandemia.

El desempeño económico y monetario durante el segundo semestre de este año será de trascendental importancia, más aun cuando los vaticinios de crecimiento de la economía mundial y local apuntan a la baja al agravarse el conflicto Rusia-Ucrania. Se aconseja cruzar los dedos.

El Nacional

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