Carta de los Lectores

Seguridad de vuelos

Seguridad de vuelos

Es importante que se sepa que los aspectos regulatorios, se han debilitado, así como la nómina de recursos humanos, situaciones demostradas en la ocurrencia de incidentes y accidentes, algunos de los cuales no se han ventilado públicamente por tratarse de asuntos cubiertos por la confidencialidad interna.

Es de rigor que el gobierno pondere en su justa medida, las posibles consecuencias de una degradación en el sistema aeronáutico nacional, el cual hasta el 2020 mostraba un desarrollo sostenido y la implementación de acciones proactivas que le mantenían por delante de las circunstancias o eventos que suceden en este dinámico sector.

La insuficiencia de conocimientos técnicos en el ámbito de la aviación, además de la ausencia de personal competente especializado que les apoye en su gestión, ha generado una situación de inercia que afecta a las instituciones no solo en sus actividades misionales fundamentales, sino en su proactividad ante el crecimiento proyectado del transporte aéreo nacional e internacional.

Esta ineficaz gestión no logra siquiera invertir de forma eficiente los recursos colectados institucionalmente, en proyectos que otorguen ventajas competitivas al sistema o que doten de herramientas y condiciones adecuadas, al personal que sustenta la vigilancia, la regulación y el seguimiento a las operaciones aéreas.

Es por esto, que vergonzosamente no hay realizaciones que pueda mostrar esta administración en pro del avance del sistema aeronáutico.

Algo lamentable, existiendo los recursos necesarios y contando la institución con el personal idóneo, el cual ha sido relegado a funciones menores por mezquindad o intereses políticos, desconociendo las inversiones que hizo el Estado en la formación de esos talentos.

La seguridad operacional, el establecimiento de las políticas superiores de la aviación, la administración de la estructura aeroportuaria del Estado, cooperan indudablemente con el crecimiento de la industria turística, sin embargo, el aumento de pasajeros, visto desde la perspectiva de las organizaciones reguladoras de la aviación, es una consecuencia secundaria, que aunque positiva, no es el objetivo primario de las acciones emanadas de las autoridades de aviación civil, quienes fundamentalmente deben atender a la seguridad de los vuelos, el fortalecimiento e idoneidad de la regulaciones vigentes y la atención proactiva de los aspectos que garanticen el desarrollo de la aviación nacional de forma integrada y coherente con el sistema regional y mundial.
Santiago Sosa Martínez

El Nacional

La Voz de Todos