
La propia Kim Kardashian expresó su satisfacción con el veredicto a través de un comunicado leído por sus abogados, en el que agradeció a las autoridades francesas y reconoció que aquel asalto fue “la experiencia más aterradora de su vida”.
París.– Seis de los ocho acusados por el mediático robo de joyas a Kim Kardashian en 2016 en París fueron condenados este viernes a penas de prisión de hasta tres años, aunque ninguno de ellos regresará a la cárcel.
El Tribunal Penal de París impuso sentencias más leves de lo solicitado por la Fiscalía, que había pedido entre seis y diez años de reclusión. El presidente del tribunal justificó la indulgencia por la edad avanzada y el delicado estado de salud de los acusados, señalando que encarcelarlos sería “injusto” y “contrario a la ética”.
Aomar Aït Khedache, identificado como el cerebro del golpe y quien confesó los hechos, recibió una condena de ocho años, tres de ellos efectivos, pero esta se solapa con una pena anterior, por lo que no volverá a prisión. El hombre, de 69 años, padece graves problemas de salud y fue defendido por su abogado con ese argumento.
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Yunice Abbas, de 71 años y autor del libro Yo secuestré a Kim Kardashian, fue sentenciado a siete años, de los cuales cinco quedan exentos de cumplimiento. También evitará la cárcel.
Didier Dubreucq y Marc-Alexandre Boyer, involucrados directamente en el robo, recibieron penas similares: siete años de prisión, cinco de ellos sin ejecución.
Harminy Aït Khedache, hijo del principal acusado y supuesto conductor del grupo, fue condenado a cinco años, con cuatro exentos de cumplimiento.
La expareja de Khedache, Christiane Glotin, acusada de complicidad, recibió una pena de cuatro años sin cumplimiento, mientras que François Delaporte y Marc Boyer fueron condenados a tres años, también exentos de prisión.
El tribunal absolvió a Florus Heroui y Gary Madar, este último hermano del entonces chófer de Kardashian, considerados por la Fiscalía como quienes informaron a los ladrones sobre los movimientos de la víctima.
La propia Kim Kardashian expresó su satisfacción con el veredicto a través de un comunicado leído por sus abogados, en el que agradeció a las autoridades francesas y reconoció que aquel asalto fue “la experiencia más aterradora de su vida”.
Durante su declaración en el juicio, Kardashian revivió el trauma: relató que al ser encañonada pensó que sería violada y asesinada. Aún hoy necesita vigilancia privada para dormir.
El robo ocurrió en la madrugada del 3 de octubre de 2016, cuando dos hombres armados ingresaron en su hotel de lujo en París y se llevaron joyas valoradas en unos 10 millones de dólares, entre ellas su anillo de compromiso con un diamante de 19 quilates. Solo una pieza fue recuperada.
Los autores del robo, conocidos en la prensa francesa como los “yayoladrones” por su edad avanzada, fueron arrestados en enero de 2017. Uno de los acusados murió antes del juicio y otro fue apartado por padecer Alzheimer avanzado.
Pese a los atenuantes, la fiscal Anne Dominique Merville advirtió durante el proceso que no debía subestimarse la gravedad del crimen ni dejarse engañar por “las arrugas” de los acusados, varios con extensos historiales delictivos.