La sensibilidad o el patriotismo salió a flote en el Senado con el contundente rechazo a la preocupación externada por la encargada de negocios de Estados Unidos, Patricia Aguilera, sobre el supuesto desinterés respecto a la modificación de la ley de compra y contrataciones públicas.
Para la diplomática el proyecto es una importante herramienta en la lucha contra la corrupción.
Bautista Rojas Gómez, de Fuerza del Pueblo, calificó de intromisión en los asuntos internos la opinión de la diplomática, en tanto que José del Castillo Saviñón, del PLD, dijo que se trata de un proyecto complejo, en cuyo estudio se ha tratado de escuchar el parecer de todos los sectores.
Pero advirtió que en lo que se aprueba la reforma se debe cumplir con la actual legislación. El caso es que la ley vigente carece del alcance para actuar sobre las violaciones o en las irregularidades en los procesos.
Antonio Taveras Guzmán fue más moderado en su rechazo a las declaraciones de la diplomática al decir que en la comisión de hacienda se ha avanzado en la discusión para reformar la ley 340-06.
Rojas Gómez señaló, sin embargo, que como país no se puede permitir que una embajada presione para que se aprueben asuntos de su interés.
“Ellos no tienen nada que ver ni nada por qué entrometerse en esos asuntos”, señaló el legislador al acusar a la embajada de Estados Unidos de cruzar una luz roja con su queja sobre la no aprobación de la reforma de la ley 340-06 de compras y contrataciones públicas.
