Editorial

 Sesgado, injusto

 Sesgado, injusto

Sin restarle valor ni pertinencia, el informe de Amnistía Internacional sobre supuestas o reales violaciones a derechos humanos por parte de la Policía Nacional luce sesgado, incompleto, con estadísticas de  “homicidios ilegales”  divorciadas de un contexto general de auge de la  criminalidad, deterioro de la seguridad ciudadana y de reportes sobre lo acaecido en cada caso.

Más que señalar que  durante los primeros  siete meses del año se registraron 154 muertes a manos de  agentes policiales -29 más que lo registrado  durante  similar período de 2010- lo justo sería que  se estableciera en cada caso si se trató de un crimen extrajudicial o del resultado de un intercambio de disparos entre autoridades y delincuentes.

Imposible negar que  agentes policiales han incurrido  en violaciones a derechos  ciudadanos y que en ese cuerpo aún pernoctan  delincuentes que persiguen delincuentes, pero es impropio elaborar un informe   basado en faltas atribuidas a los agentes policiales sin incluir  el número de policías muertos y heridos a manos de antisociales.

En buen derecho, Amnistía Internacional está compelida a presentar la versión de la Policía  en cada uno de los sucesos  tipificados por ese organismo como violatorio a los derechos humanos, más aun porque  en República Dominicana impera un  sistema político basado en la separación de poderes y no  en una dictadura que niega o  contamina informaciones.

La Policía Nacional ha sido juzgada y condenada sin ser escuchada, con un fardo de pruebas basado en estadísticas,  cuando se sabe que en materia  de derechos humanos cada caso debe ser valorado de manera independiente y levantar acusación sólo en aquellos donde se compruebe que se han violentado derechos o  actuado con exceso.

Se concede  razón a  Amnistía Internacional   al señalar que se requiere de mayor  diligencia y organización en el sistema  de investigación de  abusos policiales, para que las denuncias sobre  violaciones a derechos  humanos  cometidos por agentes policiales sean procesadas  con celeridad y transparencia.

Pero no es justo -se insiste- en pretender  lapidar a una institución que  con  serias limitaciones, como reconoce ese órgano de Naciones Unidas, enfrente  una “agresiva delincuencia”  que en lo que va de año ha asesinado a 97 agentes policiales y causado heridas a 177.

Es por eso que se define como sesgado, incompleto e injusto el informe de Amnistía Internacional que  refiere casos de maltratos, torturas, homicidios y otras violaciones a los derechos humanos por parte de la Policía,  sin ofrecer la versión de esta institución ni referir los policías asesinados  o mutilados por  delincuentes que acosan a la ciudadanía. Que se diga toda la verdad.

El Nacional

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