Rafael Castillo, un anciano de 90 años de edad, espera sentado sobre una cubeta plástica el turno para cobrar su pensión en la sucursal del Banco de Reservas de la calle Padre Castellanos, en la capital. Debido a la pandemia de coronavirus las entidades bancarias redujeron el horario de trabajo, lo que provoca grandes aglomeraciones de personas en estas entidades. JORGE GONZALEZ