República Dominicana ha saldado la deuda de US$1,195.0 millones que tenía contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con lo cual limpia de manera total su crédito con ese gendarme, con el que no pudo o no quiso completar algunas de las condiciones exigidas en un acuerdo Stand By firmado en 2009.
El principal objetivo de esa deuda fue estimular la recuperación de la economía otorgada por primera vez por el FMI con un componente mayor para apoyo presupuestario, a través de una política contra cíclica para hacer frente a la crisis financiera internacional que se desató en 2007 en Estados Unidos.
Por primera vez, el Fondo Monetario otorgaba este tipo de crédito dirigido a estimular la economía por vía de la inversión, pero ese organismo dio un giro brusco en 2012, al exigir que el Gobierno detuviera su programa de construcción y que dispusiera de un sustancial aumento en la tarifa eléctrica.
Esas exigencias del FMI se formularon dos meses antes de las elecciones presidenciales de ese año, por lo que el gobierno del presidente Leonel Fernández prefirió renunciar al acuerdo Stand By y concluir obras de infraestructura mediante endeudamiento interno o incremento del déficit fiscal.
Para poder conjurar el empréstito con el FMI, el Banco Central acreditó a ese organismo US$37.8 millones, lo que sin dudas reduce el monto de la deuda publica dominicana y su porcentaje en relación al PIB, que supera el 40%.
El Gobierno debería aprovechar coyunturas ventajosas para la economía, como la reducción en los precios del petróleo, recuperación de la economía estadounidense, incremento en los aportes en divisas de los sectores turismo, inversión extranjera, remesas y exportaciones, para replantear una política de reducción de su deuda pública.
Para ello se requiere de manera adicional, la pronta firma de los pactos eléctrico y de fiscalidad, uno de los cuales reduciría significativamente las transferencias desde el Presupuesto General del Estado al subsector eléctrico y el otro permitiría aumentar los ingresos fiscales, mediante una más eficiente administración tributaria.
El crédito del FMI, tanto en Derecho Especiales de Giro, como a través de acuerdos de condicionalidad, está abierto para República Dominicana, pero lo mejor sería que el Gobierno deseche la posibilidad de un “reenganche”, porque la deuda debe bajar, en vez de subir.