De acuerdo a la Constitución dominicana, la soberanía nacional corresponde al pueblo, de quien emanan todos los Poderes del Estado, los que se ejercen por representación. Así lo afirma en su artículo 2. Sin embargo, una serie de prácticas represivas en estas últimas semanas, indican la poca importancia y respeto de las autoridades a esta disposición.

La forma precisa que, como pueblo, tengamos efectivamente esa soberanía. Es la de una representación transparente como regla. Sin embargo, cada vez que, en el ejercicio de nuestra soberanía, tratamos de investigar para conocer como se administra nuestro patrimonio, en ejercicio de la ciudadanía, no solo chocamos con la inobservancia por las autoridades de turno, también corremos el riesgo de acoso por parte de las autoridades.

En el país tenemos bastantes periodistas, hombres y mujeres, que se destacan por investigar para informar al amparo de la Ley General número 200-04, de libre acceso a la información pública, que operativiza el mandato constitucional sobre el derecho de las personas a investigar, a recibir informaciones y opiniones y a difundirlas. Pero Nuria Piera es una de esas periodistas que mantienen un servicio desde su tribuna, por más de 25 años, transparentando la información a la ciudadanía, en todos los gobiernos de los partidos mayoritarios que ha soportado el país.

En estos días pasados, a raíz de denuncias documentadas, ha sido acosada, tanto ella como las personas supuestas informantes, con una persecución que toda la ciudadanía debe rechazar, porque funcionarios y funcionarias, en representación otorgada por quienes libremente votamos, deben responder a cualquier requerimiento de investigación en las transacciones asociadas a sus funciones.

Nuria pertenece a una estirpe de dominicanas fuertes y valientes, pero sobre todo éticas y responsables, que cumple su tiempo honrando su función, en medio de una profesión de trabajo en los medios, en la que abunda la autoamordaza por dinero y prebendas. Nuria es un ejemplo del trabajo consecuente de una persona, sea hombre o mujer, preocupada por el colectivo del que forma parte, la humanidad.

Sin embargo, en la página web del Senado de la República, se presentan los derechos de la ciudadanía al acceso a la información, (http://www.senadord.com/index.html), una tarea promovida y no respetada, de difícil cumplimiento porque vivimos de esconder para enmascarar, aprovechar para confundir y amedrentar para silenciar.

A Nuria, y a tantas otras y otros periodistas, como pueblo debe interesarnos su defensa, son de los pocos valores que mantienen vivo el espíritu de la democracia en este querido país. ¡Asumo la decisión ciudadana de apoyarla y a esos efectos! ¡Soy también Nuria!