La Fundación Transparencia y Democracia demandó ayer de los legisladores aumentar las penas a los culpables de cometer incesto, como una alternativa para reducir los elevados índices que se registran en la sociedad y que involucran la relación sexual entre familiares directos.
El presidente de la entidad, César Manuel Matos Díaz, dijo que es alarmante el número de casos de incesto que se registra a diario en el país, especialmente los padres que violan a sus hijas e hijos sin importar la edad de los mismos, llegando al extremo de embarazarlas, violentando así todos los cánones morales, las sagradas escrituras, las leyes y las buenas costumbres.
Matos Díaz enfatizó que solamente se habla de aumentar las penas a los menores que violan la ley penal, lo cual dijo también es necesario, pero apunto que los padres y padrastros encontrados culpables de cometer incestos deben ser condenados a una pena máxima de 60 años de cárcel, los hermanos a 40 y los tíos a 30 años incluyendo los ascendentes legítimos, naturales o adoptivos de la víctima, respectivamente, con igual cantidad de salarios mínimos.
El creciente número de casos de incestos es alarmante, alegando que esta ha sido una de las causales de la desintegración de la familia, provocando que las víctimas de incestos caigan en un estado de desorientación total llegando inclusive a repudiar el sexo opuesto, a refugiarse, las más de las veces, en el consumo de alcohol, drogas y hasta deciden suicidarse.
El presidente de Transparencia y Democracia llama a las iglesias católica y evangélica, a los empresarios, a las federaciones de mujeres, a los gremios y rectores de universidades, a los periodistas, entre otros, para inicien una jornada de sensibilización a los fines de que el Congreso Nacional se aboque de inmediato a modificar los artículos 332-1 y siguientes del Código Penal Dominicano, y los artículos 130 y 131 si se tratare de la ley No. 550-14, que instituye un nuevo Código Penal.
Entiende que las autoridades deben buscar una alternativa para tratar de frenar este abominable el crimen, que por demás constituye una estocada mortal a la sociedad, lacerando los más sagrados cimientos y principios morales.
