La iniciación es un rito de paso que permite a una persona acceder a una sabiduría especial o nuevo conocimiento.
Este rito supone así el acceso a un conocimiento secreto o una enseñanza esotérica. El la sociedades secretas, la iniciación requiere una serie de actos simbólicos que representan una muerte y renacimiento en un nuevo estado.
Los ritos de iniciación son tan antiguos como la humanidad. Es muy posible que los chamanes de la prehistoria practicasen la iniciación permitiendo a otra persona acceder a sus secretos.
En las selvas amazónicas, la iniciación de los jóvenes se practicaba utilizando bebidas alucinógenas de la espesura selvática. Para diversas tribus africanas, la iniciación consistía en la caza solitaria del iniciado de un león.
Los masais
Los herreros forman el clan más bajo en la sociedad masai, teniendo los kraal poblados) de los herreros muy mala reputación. Por ejemplo ser vecino de un kraal de forjadores atrae a la muerte, o la mujer que habita con un herrero acaba perdiendo la razón, y en el caso de tener hijos estos serán inválidos por causa de múltiples circunstancias.
Cuando los niños cumplen los quince años, justo antes de convertirse en guerreros, es cuando se celebra la ceremonia de iniciación, consistente en una serie de rituales que se desarrollan durante varios días, en los que se realizan fiestas, participando en ellas todos los habitantes del poblado.
Terminadas las fiestas y ceremonias de la iniciación, los jóvenes guerreros adquieren un estatus muy especial: son mantenidos y alimentados por la madre, se les lleva prostitutas al poblado donde habitan y llevan una vida disciplinada con el objetivo de ser buenos guerreros, porque de ellos han dependido, a lo largo del tiempo, la prosperidad de su pueblo.
También reciben las armas como atributo inseparable. El armamento consiste en una lanza de hierro con mango de cuero, un sable o cuchillo largo y escudo, que suele estar adornado con dibujos que identifican al clan de procedencia.
El primer acto que los jóvenes deben realizar para consagrarse definitivamente como guerreros y que forma parte del ritual de iniciación, es dar muerte a un león armados exclusivamente con la lanza y el machete, con el que han de cortar la melena de la fiera para luego enarbolarla como señal de victoria en las danzas festivas. Ello será la prueba de fuego para demostrar su valor como buen guerrero.
Otro rito de iniciación es la Máscaras Yaka.
Esta máscaras, es utilizada por los Yaka única y exclusivamente en las ceremonias de la circuncisión o de iniciación masculina, o nkanda y son fabricadas expresamente para este fin.
El término nkanda se corresponde con el de ku mukanda, término que se utiliza entre los Tchokwe para describir el ritual de la circuncisión.
Obtener la categoría de escultor de máscaras, sucediendo a un fallecido, presupone la modelación de makisi. El escultor debe dirigirse a la tumba del fallecido maestro y esculpir la estatuita Kamba.