Se nos fue un grande del deporte nacional e internacional.

Falleció el amigo Beato Miguel Cruz (Miguelo).

Un gran sentimiento de dolor y luto tiene la familia deportiva.

Miguelo era bueno, honesto, trabajador, excelente entrenador, conciliador, gran dirigente, forjador de generaciones en todo el país y en su querido club Bameso.

Beato Miguel Cruz hizo grandes aportes a la sociedad.

No solo fue un entrenador. Orientó por el camino del bien a muchos y el país reconoce sus virtudes, que son innumerables.

Miguelo era querido, apreciado y respetado.

Enseñanza

Algo que nos deja Beato Miguel Cruz es su enseñanza de que el que trabaja triunfa.

Y que siempre se puede.

Nunca miró hacia atrás. Era valiente y un triunfador.

Humilde en las victorias, reconocía y elogiaba a los que en la cancha lo vencían.

Guardo un sentimiento de gran dolor, pues se nos fue un hombre que el país necesitaba y más ahora en que los barrios son arropados por la delincuencia, los asaltos, los puntos de drogas, la falta de valores y la poca solidaridad.

Miguelo quería a la gente de su barrio. Lo amaba profundamente.

Era un enamorado de los niños y un consejero de los jóvenes, sin importar su lugar de residencia.

El voleibol

El voleibol dominicano pierde a su más grande exponente.

Profesor de profesores y un alumno ejemplar, como me lo describió el doctor Roberto Reyes Corcino (Bebeto) cuando Beato Cruz tomó un curso y siempre estaba preguntando para ampliar sus conocimientos.

Decenas de jugadores de ambos sexos recibieron las enseñanzas del maestro Beato Miguel Cruz (Miguelo).

Esos jóvenes hoy lloran su partida. Y sé que muchos de ellos nunca entenderán por qué se fue su profesor.

El club Bameso pierde a su Papá como lo dijo el presidente de esa entidad, Augusto Castro, pero los hombres, mujeres, jóvenes y niños, deben seguir su ejemplo y no desmayar en luchar sin importar las consecuencias para tener un mejor país.

Los familiares, amigos y seguidores de Miguelo, hoy lloran su partida.

Le dije a su hijo, Cristian, que tuviera valor y conformidad, pues su padre fue ejemplar.

El padre Salvador Romero, quien ofreció la misa resaltó los valores de Miguelo y dijo que el cariño de tanta gente se ha demostrado en su velatorio.

Miguelo va al cielo, pues son los buenos, los honestos y los que aman a su país a quienes Dios acoge en su Santo Reino.

!Adiós campeón!

Hasta mañana, si Dios quiere, dominicanos.

Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte.
Leonardo Da Vinci
La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene.
Jorge Luis Borges