El exprocurador general, Jean Alain Rodríguez, apenas había expuesto al presidente Luis Abinader las supuestas amenazas del empresario Ángel Rondón para matarlo cuando la senadora Faride Raful lo cruzó con una descarga no de ironía.
Rodríguez, quien con frecuencia es cuestionado por la investigación del caso Odebrecht, envió una carta a Abinader en la que reclama garantía para su seguridad física.
Dice que Rondón, uno de los principales imputados en el escándalo de corrupción, expresó en un programa su deseo de matarlo. Desde que se conoció la misiva la senadora del Distrito Nacional cuestionó que Rodríguez diga que teme por su vida porque dice que él no respetó ni siquiera los derechos de los otros.
Es posible que no fuera al Presidente a quien Rodríguez tenía que apelar, pero sabe que este país es presidencialista y lo débiles de las instituciones.
Y tal vez no se atrevió a recurrir a la procuradora Miriam Germán, aunque aclaró que no lo hizo porque ella se inhibió para tratar asuntos relacionados con el caso Odebrecht. De todas formas si el exfuncionario teme por su vida merece garantía y no burlas de ningún sector en particular.
