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Terror judicial

Terror judicial

Ernesto Guerrero

La más indignante de todas las agresiones judiciales que se cometen contra los residentes de Isabel Villas, es tratar de apoderarse de la vivienda de una vecina. Ocho años han transcurrido desde que inició este drama; la casa se utiliza como una perrera, sin pagar ni un centavo a sus legítimos propietarios.

Todo se inicia cuando Emma Minaya Tavares, hija de Emma Tavares Justo y sobrina de Manolo (ambos héroes nacionales), se casó y alquiló una casa en el residencial. Poco tiempo después vino el divorcio y dejaron de pagarla; cuando se intentó un desalojo, ella rogó para que la dejaran vivir allí, que su padre ofrecía las garantías financieras de un nuevo contrato.

Emma marchó al extranjero y su padre inició el terrorismo judicial, utilizando los mismos mecanismos por los que tiene demandado a más de 30 vecinos. Las querellas contra esta humilde vecina, son más de 10 y van desde estafa, falsificación, lavado de activos etc. Además de gritarle improperios, aun enfrente de jueces y fiscales acusándola falsamente.

Como la indiscutible propietaria vive en el exterior, se aprovecha para fijar la fecha de los juicios con uno o dos días de anticipación, y cuando ella está en el país para defenderse, entonces se posponen las audiencias para hacerla perder tiempo y dinero. Cada vez que la Sra. obtiene un fallo a su favor, de inmediato acude al recurso de casación con el fin de alargar el proceso.

Emma vive en Florida desde hace mas de cinco años y no hay seguridad de que estè enterada, ya que su padre suplanta su identidad en el teléfono, y en cada uno de los juicios lleva un certificado médico para excusarla. Exponer el nombre de su retoño en estos procesos, es solo una demostración de que estamos frente a un sujeto que no tiene respeto ni por su propia familia.

El caso de Indira Graf (propietaria) está en la Suprema Corte desde hace más de un año, cuando termine, no hay esperanza de recobrar su casa ya que tendrá que enfrentar nuevas demandas.