Opinión

Texas/Ohio

Texas/Ohio

El joven que asesinó a 22 personas en Texas y viajó nueve horas en autobús para hacerlo, colgó en su muro de internet un mensaje donde decía que en Texas “había demasiados latinos y había que exterminarlos”. Obviamente no sabía que Texas es exactamente la mitad del territorio de México, de la que Estados Unidos se apropió a la fuerza en una mal llamada guerra cuyo único objetivo era su expansión territorial.

No lo sabía porque así no lo cuentan los libros de historia de los Estados Unidos y habría que leer Panamericanismo de Monroe al Presidente, del mexicano Luis Alonso Aguilar, para saberlo.

En ese libro, cuya escritura inicio el día en que Estados Unidos invadió militarmente (1965) a la Republica Dominicana, Alonso Aguilar hace un recuento de las invasiones militares de USA al continente americano y Caribe a partir de la Doctrina Monroe que declaraba a América para los norteamericanos.

Si se suma ignorancia histórica, con la permanente campana que tiene el presidente de los Estados Unidos Donald Trump contra los inmigrantes y específicamente contra México, para cuya frontera reclama la edificación de un muro que costara billones de dólares, es decir con una permanente incitación al racismo y la discriminación, entonces los resultados no deben sorprender a nadie.

De ahí que mueva a risa su “asqueamiento” ante los crímenes de los supremacistas blancos, con cuyo apoyo ascendió a la presidencia y cuyo apoyo sigue cortejando.

Y digo que ha cortejado siempre porque su defensa de la Asociación de Rifles, un icono del movimiento supremacista, ha evitado que se investiguen a fondo los pormenores psicológicos de quienes compran armas. Hoy en USA para comprar un rifle o revolver, o arma de cualquier tipo, usted solo necesita una tarjeta de crédito.

Lo que no mueve a risa, sino a llanto, es que hasta ahora ha habido 251 tiroteos masivos en los Estados Unidos, convirtiendo esa nación en un peligro tanto para sus habitantes como para quienes visitan su hermoso territorio para fines turísticos.

Aquí se intoxicaron seis turistas y se armó una campaña mundial (donde se nos comparó hasta con Siria en un famoso espectáculo televisivo) contra el turismo a Dominicana, pero nadie ha alertado a la humanidad para que no visite a los Estados Unidos, sobre todo si se es latinoamericano, negro, caribeño, o por alguna razón se tiene un color o una textura de pelo cuestionable.

Hoy se transita en USA con miedo porque nadie sabe con qué loco se ha de encontrar, con que Hoebbel de nuevo tipo, aquel nazi que decía que: primero mataremos los judíos, después a sus amigos, y a sus vecinos por si acaso. ¡Cosa veredes!

El Nacional

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