Editorial

Transparencia y justicia

Transparencia y justicia

El presidente Luis Abinader convocó para hoy al Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) con el propósito de iniciar los trabajos de evaluación y designación de nuevos integrantes de las altas cortes en sustitución de magistrados que cumplieron el período para el cual fueron elegidos, tarea que pone a prueba la reciedumbre y madurez de la clase política.

El órgano constitucional sustituirá a cuatro miembros del Tribunal Constitucional (TC) y al presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), quien renunció a esa posición tras ser electo por el Senado titular de la Junta Central Electoral (JCE). También evaluará el desempeño de un juez de la Suprema Corte de Justicia (SCJ).

En ocasiones anteriores la composición del CNM estuvo dominada por una mayoría de miembros del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), debido a que esa organización controlaba el Congreso, además de contar con los votos del procurador general y del presidente de la Suprema Corte.

Esta vez, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y aliados, que ganaron las elecciones presidenciales del 5 de julio, estarían representados por el presidente Abinader y los titulares del Senado, Eduardo Estrella, y de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco.

Por la proclamada independencia de funciones, se considera que la procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, miembro del CNM, tendría autonomía en sus decisiones. El PLD dispondrá de un representante, por la segunda mayoría de la Cámara de Diputados y Fuerza del Pueblo (FP), otro en las mismas condiciones, por el Senado.

El presidente de la SCJ, Luis Henry Molina y un magistrado del Consejo del Poder Judicial, completan la membresía del Consejo de la Magistratura que tendría esta vez un compromiso singular de designar jueces probos y capaces, sin ningún vínculo con partidos, grupos corporativos o fácticos.

La escogencia de los miembros de la JCE, precedida de una convocatoria de aspirantes que fueron evaluados por una comisión senatorial, marcó un precedente que debería ser replicado y consolidado por el Consejo Nacional de la Magistratura que inicia hoy tan delicada labor de seleccionar jueces de altas cortes.

Sería inaceptable que se reediten acuerdos para distribución de nombramientos entre banderías o grupos, porque la sociedad reclama que los partidos representados en el CNM se comporten a la altura del momento histórico que vive la nación, caracterizado por anhelo de transparencia y de justicia.

El Nacional

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