La muerte de dos pilotos de la Fuerza Aérea (FAD), al precipitarse al mar el avión que tripulaban durante la celebración del Show Aéreo del Caribe, enluta a la nación que hoy lamenta la pérdida de esos jóvenes oficiales que perecieron en tan penoso accidente.
Los tenientes Rafael Sánchez, de 25 años, y Carlos Guerrero, pilotaban un avión Pillan T-35 que se hundió tras su impacto con las aguas, una tragedia que fue presenciada por miles de personas que asistieron al malecón para ver ese espectáculo de acrobacia aérea.
El tripulado por Sánchez y Guerrero era uno de los tres aviones de la FAD que realizarían exhibición de destreza en la apertura del evento, cuya primera presentación se realizó el sábado sin ningún contratiempo y que congregó a pilotos y aparatos acrobáticos de diversos países.
Se señala que autoridades y organizadores cumplieron con los requerimientos de seguridad, tanto para los pilotos como para el público que presenció el espectáculo, especialmente en lo referido al escenario de los ejercicios acrobáticos, señalado a una distancia de 500 metros de la zona costera.
Esas especificaciones de seguridad y restricción del espacio aéreo estuvieron a cargo de personal del Instituto de Aviación Civil y de buques de la Marina de Guerra, pero aun así la desgracia se hizo presente por vía de un casual y fatal accidente.
Aunque el productor general del evento, Yan Vargas, ha dicho que los aviones Pillan estaban en capacidad de volar y como prueba de su aseveración cita que realizaron su ejercicio con normalidad en la víspera, lo mejor sería esperar los resultados de la investigación que sobre el infausto suceso ha dispuesto la jefatura de Estado Mayor de la FAD.
Se resalta que los equipos de socorro localizaron en tiempo prudente los restos de los jóvenes pilotos, cuyo avión se precipitó al mar al comienzo de un Show Aéreo que fue suspendido por una tragedia que ha embargado de tristeza y pesar a toda la sociedad nacional.
A lo menos que se aspira es a que las autoridades realicen una investigación profunda y diligente sobre ese accidente para que se determine si las causas se atribuyen a las condiciones del avión o a algún tipo de error humano. Paz a los restos de esos jóvenes pilotos y consuelo a sus familiares.