El imperio que domina el mundo, parece que agoniza, está herido de muerte y no hay manera que pueda recuperarse, y esto se determina cuando vemos lo que a diario ocurre en la sociedad norteamericana.

La vocera de la casa Blanca, Karine Jean Pierre, ha admitido que Estados Unidos vive una gran crisis, pues en los primeros 128 días del presente año han ocurridos 201 tiroteos, en escuelas, centros comerciales, restaurantes, parqueos, entre otros lugares, que han dejado mas de 14 mil personas muertes, entre ellas decenas de niños, y otra cantidad heridos.

Estos hechos son cometidos por personas con problemas conductuales, que debieran estar en tratamientos psiquiátricos y sin embargo, andan armados o tienen todas las facilidades para acudir a comprar armas de fuegos sin ninguna restricción.

Cada vez que ocurre un hecho de estos, las autoridades incluyendo al presidente, solo se lamentan, y pagan con colocar la bandera a media asta en señal de luto, pero nada más. No hay un plan maestro para evitar estas tragedias que van enlutando a la sociedad. No hay ninguna acción, que tienda a prevenir estos hechos, pues los enfermos mentales andan por las calles como si nada ocurriese, simplemente porque no nada de prevención.

Es una sociedad que produce este tipo de personas, muchas veces ex militares que han pasados por guerras, como la del Golfo Pérsico, Iraq y Afganistán, ex soldados que vuelven con muchos traumas y que reciben el tratamiento indicado para superar esa situación.

Por otro lado, jóvenes que duermen en las calles, adictos a las drogas, que se venden en esa nación y que son de fácil acceso.

Las cifras indican que el año pasado hubo 17 mil muertes, incluido 650 menores, victimas de la violencia armada, pues todo el que puede acude a comprar un arma.