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Un líder errático

Un líder errático

Manuel Fermín

Aunque toda la oposición ha hecho bandera del “no mirar atrás”’ del presidente Abinader, Danilo Medina hizo una polémica acusación a la Fuerza del Pueblo de mentir con su registro de militantes señalando que es todo una lista de falsos activistas, ataque que ha sido despreciado por la extraordinaria soberbia y modesta paciencia de Leonel Fernández, todo un caballero de la política que entiende los silencios del poder.

Necesitado de recortar distancia en los sondeos que dan al deshilachado PLD en una posición de lejanía con el PRM y la FP, cae en una contradicción pues quien juramenta virtualmente a supuestos adscritos es él, admitido por el propio secretario general de su partido. La verdad es que el expresidente Medina si no recapacita terminará engullido, absorbido por la antilógica. Usted no puede seguir apelando a métodos informales, forma típica de un prepotente que se ha creído ser el estratega delirante que piensa que hizo una obra erudita de gobierno y de liderazgo, creyendo haber ejercido en forma “impecable” el poder.

No se puede desandar por la política con alardes de grandeza y de liderazgo que no existen. Eso es culto a lo falso. Él no ha entendido que hubo un veto nacional a su partido y a su gobierno, por los graves y más inculpatorios casos de corrupción conocidos en el país. Sigue arrastrando desaciertos políticos, derrotas causadas por su enemigo político que es él mismo. Quiso y logró imponer como pócima mágica, un refractario candidato para el 2020, construido a la carrera cuyas consecuencias fueron la división y derrota del otrora unido poderoso PLD.

¿Qué ocurrió?: que aún Fernández haber esquivado el rupturismo descalabrante, provocó el mayor éxodo de peledeístas del que se tenga memoria en su historia partidaria, dejándolo con un futuro incierto por el delirio de querer ganarlo todo. De esos perdidos ayeres no ha podido depurar responsabilidades; explicar sus errores y corregirlos.