Demasiado burdos fueron los juicios del juez que impuso medidas de coerción a los imputados en el caso Senasa como para pasar inadvertidos por el Poder Judicial. Con la mesura que no tuvo el magistrado Rigoberto Sena en sus “juicios y reflexiones” el Comité de Ética del Poder Judicial lo recriminó por los comentarios emitidos en el proceso.

El comité consideró que las alusiones del magistrado a pasajes bíblicos, al pensamiento del patricio Juan Pablo Duarte y a León Tolstoi “no forman parte del ámbito deliberativo”.

Sin embargo, el comité reconoció que las protestas sociales no influyeron en la decisión del magistrado, quien afirmó que había pruebas contundentes para enviar a prisión a varios de los imputados.

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Distintos sectores consideraron que Sena se excedió en sus comentarios al justificar los 18 meses de prisión como medida de coerción contra siete de los imputados en el desfalco en Senasa que el Ministerio público sitúa en más de 15 mil millones de pesos.

Sobre la prisión domiciliaria de tres los inculpados no hizo ningún comentario. La sanción moral no deja de ser una lección para él y todos los magistrados.