Puerto Príncipe.- El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que las protestas sociales, la violencia de pandillas y el resurgimiento del cólera “pueden mantener” a más de 2,4 millones de niños fuera de las aulas en Haití, aunque el año escolar dio comienzo el 3 de este octubre.
La mayoría de las escuelas no han reabierto y seguirán cerradas si la violencia no disminuye, afirmó el organismo en un documento dado a conocer este sábado en la capital haitiana.
“La educación es el camino de un niño o niña hacia un futuro mejor. Es imperativo que las escuelas permanezcan abiertas y que los niños y niñas puedan asistir a ellas sin miedo”, dijo Bruno Maes, representante de Unicef en Haití.
El diplomático afirmó que los continuos cierres de escuelas están alimentando una “espiral perversa”, puesto que un niño que no va a la escuela es un niño que está “un paso más cerca de ser reclutado a la fuerza por grupos armados y de aumentar la violencia que mantiene las escuelas cerradas».
El resurgimiento del cólera también puede tener un impacto en el derecho de los niños a aprender.
Unicef destacó que desde el primer reporte de cólera el pasado 2 de octubre, se sospecha que 152 personas padecen la enfermedad, se han confirmado 5 muertes y 12 casos positivos. Además, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha informado la muerte de 2 niños a causa de la enfermedad.
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Las evaluaciones realizadas por el Ministerio de Educación de Haití y Unicef en junio muestran que más de 200 escuelas fueron cerradas parcial o totalmente por la violencia en Puerto Príncipe, y casi una de cada cuatro escuelas fue ocupada por grupos armados.
En las últimas tres semanas, otros 27 centros educativos han sido atacados y saqueados por grupos armados, privando a los niños y niñas de su derecho a la educación, agregó Unicef.
La agencia de la ONU afirmó que en el área metropolitana de Puerto Príncipe, grupos armados están ocupando instalaciones escolares, reduciendo aún más el acceso a la educación de los niños, adolescentes y jóvenes de Haití.
“Más de 6.000 hogares, unas 20.000 personas, incluidos unos 8.200 niños y niñas, se han visto obligados a huir de las zonas urbanas por su seguridad. Las familias viven con parientes y familias anfitrionas, y otras se han mudado a ciudades de provincia”, destacó la oficina.
Unicef también recordó que el 6 de octubre “grandes grupos de personas” ingresaron a sus almacenes en Les Cayes, al sur de Haití, donde saquearon utensilios médicos y nutricionales, equipo de reparación de suministro de agua y material escolar, que estaban dispuestos para responder a las necesidades humanitarias de 320.000 niños.
A finales de 2021, Unicef solicitó a la comunidad internacional un fondo de 97 millones de dólares para proporcionar ayuda humanitaria a 950.000 personas en Haití, incluidos 520.000 niños. Hasta la fecha el organismo reveló que solo ha recibido un tercio de esos fondos