Ante una criminalidad con tantas aristas es muy significativo el apoyo y la colaboración ofrecida por el Gobierno de Estados Unidos para la implementación de un plan de seguridad ciudadana. Está más que demostrado que con el endurecimiento de la pena, ejecuciones extrajudiciales, exhortaciones, caminatas o simples declaraciones no se conjurará una plaga que desde hace tiempo tiene en ascuas a la población.

Es necesario un plan que abarque por lo menos los principales elementos que intervienen en la inseguridad ciudadana. Al anunciar la intención de su país de colaborar con un proyecto contra la criminalidad y la delincuencia, la embajadora Robin Bernstein valoró los pasos del ministro de Interior y Policía, Jesús Vásquez Martínez, con quien sostuvo en un encuentro virtual, la creación de mesas locales de seguridad, ciudadanía y género. Como en cada uno de sus encuentros con funcionarios la diplomática fue muy sincera.

Expresó a Vásquez Martínez que la seguridad ciudadana es un tema crítico para los dos países, pero extremadamente importante para el suyo por la gran cantidad de estadounidenses (alrededor de 250 mil) que viven y trabajan en República Dominicana.

Para más énfasis a una oferta que las autoridades tienen que ponderar Bernstein significó que solo en 2019 más de tres millones de estadounidenses visitaron este país. Con una inseguridad que por distintos factores ha echado raíces cualquier colaboración para combatirla es más que bienvenida.