Gracias al dinamismo económico que llega con la Navidad, algunas de las principales vías de la capital se han empezado a transformar en un hervidero de gente donde se compra y vende todo tipo de productos, en especial ropa y calzado. En la José Martí se presenta un escenario complicado donde se entrelazan el comercio informal y el caos urbano provocado por la ocupación de las vías públicas.