Es innegable que el presidente de la República, Luis Abinader, ha dado muestras fehacientes de querer adecentar el país y hacer prevalecer un sistema de justicia independiente. Por encima de toda malquerencia, nadie puede negar que la procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, además de su reconocida independencia, dignifica el Ministerio Público.

La sociedad dominicana viene deteriorándose moralmente a pasos agigantados ante un silencio cómplice que renueva las ideas de Elisabeth Noelle Neumann y su espiral del silencio.

Pienso que hay una frágil línea imaginaria que separa a los corruptos del PLD y a los del PRM. La corrupción administrativa en la República Dominicana es una expresión cultural que ha crecido como la verdolaga, por falta de un régimen de consecuencia. Esperamos que el presidente Abinader y el Ministerio Público, no desmayen en su lucha contra los corruptos.

El sábado 18 de marzo de 2023, será una fecha histórica, pues con la Operación Calamar, donde el Ministerio Público señala una supuesta red de corrupción y solicita 18 meses de prisión preventiva para algunos de sus miembros, entre ellos a figuras prominentes del Partido de la Liberación Dominicana, como el exministro de Hacienda Donald Guerrero, exministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta y el exministro de Obras Públicas y candidato presidencial por el PLD, Gonzalo Castillo, indica que el país podría seriamente enrumbarse por los anhelos de moralidad pública que demanda una parte de la sociedad dominicana.

La presunción de inocencia, así como el respeto al debido proceso deben prevalecer. Pero este podría ser el punto de inflexión para darnos una sociedad que no vea morir a dominicanos por falta de insulina, a niños que asisten a las escuelas con los zapatos roídos, a madres solteras que sufren penurias en busca del sustento de sus hijos, mientras algunos malvados saquean las arcas del Estado.

Por: Ramón Rodríguez
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