Collado ante Turismo

David Collado, al frente del Ministerio de Turismo a partir del 16 de agosto, se ubica ante el desafío profesional de mayor trascendente de su vida como mercadólogo y profesional de la
industria. Y aun cuando la recuerda, esta designación supera todos los compromisos y retos anteriores con el turismo.

No se parangona con su papel de presidente de la Comisión de Turismo en la Cámara de Diputados, en la que obtuvo la aprobación de la Ley 195-13 que declara 16 localidades como provincias ecoturísticas y de su oposición a despojar a la comunidad de Bahayibe del único pedazo de playa pública bandera azul y que, sospechosamente, había aprobado el Senado.

No se compara tampoco con el rol de alcalde (2016-2020) aliado del turismo de la ciudad de Santo Domingo, con cuyas instituciones desarrolló, una labor de promoción turística, mediante alianzas con las asociaciones de hoteles de la capital, el remozamiento del gran boulevard citadino, el Malecón.

El desafío de David Collado es enorme: se encuentra ante la más grave crisis de la industria por la emergencia sanitaria, y eso no se resuelve ni con tener periodistas bocinas que proclamen que todo esta bien, ni con buena imagen personal.

Es un propósito que demanda un plan estratégico planificado, sostenido y supervisado, que debe incluir un relanzamiento de las relaciones primarias con los tour operadores principales (paso inicial que ya se ha dado con la visita al principal de estos emisores de turistas al país, Alex ZoZaya, director de Apple Leisure Group, el principal de estas empresas tour operadoras para el Caribe y México).

Collado debe tener un espacio para dejarlo actuar, debe posicionarse y actuar sin presiones, pero de ninguna forma debe o puede esperar incondicionalidad mediática si sus acciones no resultan en resultados positivos esperados en un plazo de tiempo racional.

Si falla, será criticado. Si acierta, estará cumpliendo con el papel para el cual se le ha nombrado.

El nuevo ministro habrá de desarrollar una sana relación no tóxica con los periodistas del área, privilegiando la vinculación institucional con la entidad que los agrupa, la Asociación Dominicana de Prensa Turística, procurando impulsar el respaldo a la industria y no el beneficio a periodistas particulares mediante la asignación de publicidad.