Aida Trujillo Ricart
http://aidatrujillo.wordpress.com/
Celebración del “Día del Padre”, en España
Aunque aquí, y en otros países, se celebra en fechas diferentes, la Iglesia Católica sostiene una influencia específica en la cultura española.
De modo que este especial día se celebra en España durante este mes de marzo, concretamente el 19, que corresponde a la celebración en honor a San José y conmemora la vida del patrón de los carpinteros. Este santo, padre putativo de Jesús, representa el gran ejemplo de la paternidad y del buen marido.
Hasta hace poco tiempo el “Día del Padre” era un día no laborable en España. Se considera muy importante pues contribuye a reconocer la labor de los padres en la familia así como en la sociedad. La costumbre es que la gente se reúna en fiesta y ofrezcan regalos a sus padres.
Sin embargo, de acuerdo con la historia, una mujer del Estado de Washington, en Estados Unidos, cuyo nombre era Sonora Smart Dodd fue quien decidió, a la muerte de su progenitor, en 1909, honrarlo por su cariño, protección y haber criado a seis hijos, él solo, cuando enviudó.
Para esto, ella eligió el mes de junio, que era cuando él cumplía años, con la intención de honrar su memoria y agradecer su esfuerzo y su amor. Pero lo que no se hubiera imaginado es que unos años después, en 1924, su iniciativa la llevaría hasta el presidente norteamericano, Calvin Coolidge, a quien le agradó tanto la idea que la proclamó fiesta nacional, el tercer domingo de junio.
Con el transcurso del tiempo, esta celebración fue adoptada por diversos países con el fin de rendir homenaje a sus progenitores.
En España se acostumbra a los niños a preparar, en los colegios, la festividad una semana antes. Los chicos elaboran tarjetas de colores y “collage”, pequeños álbumes de fotos y otras manualidades para llevar a casa para su papá.
Esa noche, en Valencia, España, se celebra la “Nit de foc”, que es la culminación de las Fallas, las célebres festividades locales.
No olvidemos, pues, mediante un gran abrazo y un “te quiero”, recordar nuestro amor y gratitud al nuestro, en ese día, o en cualquier otro.
Si ya no está en este planeta, oremos por él.
Aída Trujillo Ricarthttp://aidatrujillo.wordpress.com/
 
                                     
            
            
            
            
            
 
                                
                                
                                
                                
                                