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Agua contaminada

Agua contaminada

Piense en toda el agua de desecho que sale de su casa desde que se levanta: el agua con jabón de la ducha, el de la cisterna tras orinar o defecar, el agua con detergente de la lavadora, el que además lleva la grasa de la vajilla… Multiplique por los miles de millones de hogares en el mundo. Añada el agua de cada comercio, fábrica o cultivo. ¿A dónde va?

 En los países desarrollados, hay depuradoras que tratan la mayoría del agua de desecho antes de verterlo en ríos, lagos o mares. Pero en los países en vías de desarrollo, se calcula que el 90% de estas aguas se vierten directamente sin depurar.

El problema es tal que cada año mueren más personas por enfermedades relacionadas con el agua contaminada que por cualquier forma de violencia, incluidas las guerras, según un informe de la ONU.  Anualmente, fallecen 1,8 millones de niños menores de cinco años por esta causa, uno cada 20 segundos. Las víctimas de estas dolencias ocupan la mitad de las camas de los hospitales de todo el mundo.

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El 20% de las muertes por infecciones están relacionadas con consumo de agua contaminada.

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En el Día Mundial del Agua el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, en sus siglas en inglés) alerta de que sin una actuación urgente para mejorar la gestión de estos residuos -dos millones de toneladas de desechos, que contaminan 2.000 millones de toneladas de agua diariamente, la situación empeorará.

Su impacto no afecta sólo a la salud de millones de personas, sobre todo de los más pobres. También golpea los ecosistemas marinos 245.000 kilómetros cuadrados de zonas marinas muertas, según la UNEP y el clima, por las emisiones de metano que contribuyen al calentamiento global.

Se estima que la población mundial actual, unas 6.000 millones de personas, superará los 9.000 millones en 2050, la mayoría concentradas en áreas urbanas de países en desarrollo, cuyas infraestructuras de saneamiento ya son inadecuadas.

 “Necesitamos ser más inteligentes sobre nuestra forma de gestionar las aguas residuales”, dice Achim Steiner, director de UNEP. “Las aguas residuales matan a la gente, literalmente”.

La solución no es fácil, pero puede también suponer una oportunidad de desarrollo. UNEP, en su informe Sick Water (Agua enferma), hace un llamamiento a los Gobiernos a emprender acciones urgentes con un “enfoque multisectorial”, con una gestión basada en los ecosistemas y una visión a largo plazo, en la que la educación y la innovación juegan un papel fundamental.

La gestión debe implicar al sector público y al privado, nacional y transfronteriza, con soluciones “social y culturalmente apropiadas, así como económica y medioambientalmente viables en el futuro”.

La ONU

Los seres humanos liberan millones de toneladas de residuos sólidos a ríos y océanos cada día, envenenando la vida marina y propagando enfermedades que causan la muerte de millones de niños cada año, establece el  informe de la ONU correspondiente al 2010.

“La simple magnitud del agua sucia supone que  muere más gente por agua contaminada  que de todas las formas de violencia, incluyendo las guerras”, dice el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP).

El informe titulado “Agua enferma” por el Día Mundial del Agua, la UNEP dice que dos millones de toneladas de basura, contaminan más de 2.000 toneladas de agua diariamente,  dejando enormes “zonas muertas” que asfixiaban a arrecifes de coral y peces.

Consisten en su mayoría en aguas negras, contaminación industrial, pesticidas de la agricultura y heces animales.

El informe dice que la falta de agua limpia causaba la muerte de 1,8 millones de niños de menos de cinco años cada año. Gran parte de los desechos procedían de países en desarrollo, que tiran el 90%  de sus aguas negras sin tratar.

La diarrea por consumir agua sucia, provoca la muerte a 2,2 millones de personas al año, y “más de la mitad de las camas hospitalarias del mundo están ocupadas por gente que sufre enfermedades vinculadas con  agua contaminada”.

El Nacional

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