Opinión

Martes Santo y la Magdalena

Martes Santo y la Magdalena

De acuerdo al evangelio del Martes Santo, María Magdalena era una de las acompañantes de Jesús en el momento de la Pasión, la primera a quien se le aparece después de resucitado y la que anuncia la resurrección del Señor. Su nombre completo aparece en varias escenas evangélicas: ocupando el primer lugar entre las mujeres que acompañan a Jesús (Mt 27, 56; Mc 15, 47; Lc 8, 2); presente durante la Pasión (Mc 15, 40) y al pie de la cruz con la Madre de Jesús (Jn 19, 25); observando cómo sepultan al Señor (Mc 15, 47); llegando antes que Pedro y que Juan al sepulcro, en la mañana de la Pascua (Jn 20, 1-2); enviada a ser apóstol de los apóstoles (Jn 20, 18).

Aunque parece que era mujer de grandes cualidades y discípula relevante y fiel, nos la han mostrado como prostituta pecadora, regenerada por la fe en Jesucristo, sin embargo, en ningún lugar del evangelio dice que Magdalena fuera prostituta; ni siquiera que fuera pecadora, sino que los evangelistas Marcos y Lucas, informan en sus respectivos evangelios que Jesús había expulsado de ella «siete demonios» (Lc 8, 2; Mc 16, 9), para la época, una manera de significar enfermedades y posesiones demoníacas.

María Magdalena fue reconocida como mujer fuerte y prestigiosa hasta el año 591 de esta era, cuando el Papa Gregorio sugirió en uno de sus sermones, su condición de “ramera arrepentida” y aunque El Vaticano invalidó sus comentarios en 1969, aún persiste en el imaginario religioso, sin que la iglesia androcéntrica, se interese en reiterar el desmentido.

Por cierto, el Evangelio de este Martes Santo, que relata la Última Cena, cuenta como Pedro niega a Jesús tres veces, una deslealtad perdonada que a través de los siglos, no significó un obstáculo para que se le reconozca como la “roca en la que se edificó la iglesia” y fuera el primer papa.

Teólogas católicas y evangélicas protestantes, revisan y renuevan los perfiles de las mujeres bíblicas y los judíos añaden al papel de Abraham, Isaac y Jacob, a sus mujeres, Sara, Rebeca y Raquel, como coprotagonistas de la historia sagrada, celebrando la Pascua con Miriam, la hermana de Moisés, que desafió la orden poderosa del faraón, salvando a su hermanito de un decreto de muerte. Estas eruditas, dicen que, de aproximadamente 3,000 personajes mencionados en la Biblia, menos del 10 por ciento son mujeres, desequilibrio que tratan de reparar a partir de reinterpretar la historia patriarcal que enterró a las mujeres y sus acciones en el olvido desde hace alrededor de siete mil años.

El Nacional

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