Hay inconformidad con formato de SC

La derrota sufrida en semifinal por el invicto conjunto venezolano en la pasada Serie del Caribe ha provocado que otra vez se ponga en discusión el sistema que se emplea para definir los finalistas y el eventual monarca del certamen que reúne a los campeones de cinco torneos locales. Está claro que ningún sistema aplica mayor justicia que el empleado durante más de 50 torneos (1949-1960 en primera etapa y 1970 a 2012 en la segunda etapa) el todos contra todos pactado a dos vueltas y en caso de empate un juego decisivo.

Sin embargo, el aspecto comercial de la justa obliga a que sea en la última fecha en la que se decida el campeón como ocurre en los mundiales o torneos regionales de fútbol, voleibol, baloncesto, tenis o la Copa Mundial de Béisbol.

El Escogido ganó en la cuarta fecha de las seis pactadas en el 2012 cuando el certamen tuvo como sede el Estadio Quisqueya de Santo Domingo. De suerte que era el equipo sede, pues en caso contrario la situación hubiera sido peor.

Las dos últimas cartelera hubo que cumplirlas, pero pocos, aún con boletas, tenían interés de presenciar esos juegos, mucho menos verlo por TV o escucharlos por la radio. Para los jugadores era una situación incómoda porque a los profesionales no les agrada salir al campo en partidos sin ningún significado en lo competitivo y sin un objetivo en particular, solo el riesgo de sufrir una lesión en un período crítico del año.

En el 2013, el Escogido quedó delante en la serie, pero perdió ante México en un partido decisivo jugado entre el primer y segundo lugar. De nuevo los martillos de la crítica golpearon a los organizadores del evento por lo “injusto” de un sistema que decidió el campeón salido de un choque entre los ocupantes de los dos primeros puestos.

A partir del 2014 con la inclusión de Cuba se cambió al sistema muy utilizado en baloncesto y voleibol de clasificar cuatro y enfrentar los del medio, segundo y tercero, en un playoff, mientras el primero recibe como “premio” chocar con el cuarto; en el papel el más fuerte con el más débil.

Sin embargo, en béisbol no hay garantía de nada. Si bien en basket el primero casi siempre será favorito sobre el cuarto, en la pelota necesariamente no es así y este, el béisbol, es un deporte en el que la ley de la probabilidad o ley de promedio la cobra tarde o temprano.

Por eso, Venezuela, ganador invicto de la primera ronda, cayó ante Cuba, conjunto que lució muy pobre en sus primeros cuatro choques.

Los gritos se están dejando sentir, pues Cuba, con apenas un triunfo antes los descalificados boricuas, conquistó la serie con victorias consecutivas ante Venezuela y México, novenas de mejor desempeño en los primeros cuatro choques.

Parece que ahora se irán a otro sistema más justo, pero menos comercial que sería clasificar tres equipos y que el primer puesto espere el desenlace de un partido entre el segundo

y tercer lugar.

En una justa de cinco equipos si eliminan dos, la posibilidad de que el dueño de la casa quede fuera es mayor y eso no ayuda a la salud económica del certamen, al que también asisten delegaciones de los demás países en calidad de turistas que van a ver los partidos de su equipo.

Los eventos profesionales son una combinación de justicia y negocio, de no ser así no existirían los playoffs en ninguna de las ligas profesionales y los chiquitos no tendrían chance como ocurría en las Grandes Ligas hasta el 1969 cuando se inició el sistema de series antes del Clásico de Otoño.

En béisbol el único sistema justo es la temporada regular, pues en los playoffs cualquier cosa puede pasar, sean largos como en las Grandes Ligas, o cortos como un juego de vida o muerte en la Serie del Caribe y si no noten, saquen cuenta de la cantidad de comodines que han ganado la Serie Mundial.

UN APUNTE

¿Cambiarán otra vez?
El presidente de la Confederación de Béisbol del Caribe, Juan Francisco Puello Herrera, enfrenta otra papa caliente por los cuestionamientos al sistema de clasificación de
la Serie del Caribe. ¿Cambiarán el formato para el 2016?