Durante su larga dictadura, el tirano Rafael Trujillo persiguió y eliminó a decenas de opositores dentro y fuera del país, pero jamás consiguió extinguir el sentimiento de libertad de hombres y mujeres que no temieron jugarse la vida en aras de la libertad.
La frustrada invasión de Cayo Confites es una buena muestra, pero otra todavía más significativa es la expedición de Luperón. Un puñado de valientes compatriotas y extranjeros desembarcó el 19 de junio de 1949 por la bahía de Luperón en un hidroavión que salió de Guatemala para combatir la férrea tiranía.
El acontecimiento, del cual ayer se cumplieron 72 años, indica que no todos los compatriotas se rindieron frente al terror y el poderío del Ejército trujillista.
Esos valientes luchadores por la libertad y la democracia merecen cada 19 de junio el reconocimiento que su lucha y la acción ameritan. Hay que recordar siempre los nombres de los dominicanos Horacio Julio Ornes Coiscou, Federico Horacio Henríquez Vásquez, José Rolando Martínez Bonilla, Miguel Feliú Arzeno, Hugo Kundhardt, Tulio Arvelo, Salvador Reyes y Manuel Calderón Salcedo, de los nicaragüenses Alberto Leyton, Alejandro Selva, Alberto Ramírez y José Boniche, así como de los estadounidenses Habbett Joseph Warrat, George Raymond Sesuggs y John William por su espíritu libertario.
La expedición de Luperón es otro episodio que ha marcado la determinación del dominicano de vivir en libertad y en democracia.
