En una reciente entrega, planteamos la necesidad de retomar el contenido de una abrogada ley que controlaba los precios de los artículos de primera necesidad, y sancionaba a los comerciantes especuladores que abusaban de los consumidores, provocando alzas indebidas e injustas, en su afán de enriquecimiento rápido, sin contemplar el daño que generaban a los amplios sectores de escasos ingresos y la clase media baja.
Nos referíamos a la sepultada ley 13 que creó la dirección de Control de Precios, una dependencia de la entonces secretaria de Industria y Comercio, un órgano que contaba con miles de inspectores a nivel nacional para levantar las actas de las infracciones y apoderar a los jueces de paz de diferentes jurisdicciones, los cuales imponían penalidades pecuniarias en juicios sumarios.
El presidente Luis Abinader, durante el presente mandato, ha mejorado los sueldos de muchos servidores públicos, incluyendo una gran masa de maestros, pensionados, militares y policías, una reivindicación que a su vez origina que los dueños de los medios de producción alteren los precios de los alimentos de mayor consumo, afectando la calidad de vida de los empleados formales e informales, por la disminución de su capacidad adquisitiva.
Y se impone una ley para castigar a los agiotistas, especuladores y usureros que obtienen ganancias exageradas en perjuicio de terceros que carecen de un instrumento legal para su protección, lo que obliga a pensar en la elaboración de una ley que detenga esa tendencia alcista que degrada la vida de los consumidores.
Y vamos a citar los principales artículos que estaban regulados por la antigua legislación, empezando por el arroz, los aceites, grasas comestibles, la carne, el bacalao, chocolate, azúcar, la papa, la cebolla, ajo, café, sobres de sopa, todos los detergentes, los productos del agro, pastas alimenticias nacionales y extranjeras, los huevos, las habichuelas , la leche, mantequilla, el jabón de lavar, las galletas, las pastas y cepillos bucales, la mantequilla, los quesos y todos los mobiliarios del hogar y decenas más que este espacio resulta muy pequeño para enumerarlos.