Carta de los Lectores

Acoso callejero

Acoso callejero

Carta de los lectores

Ir al trabajo, al gimnasio, caminar hacia la escuela o simplemente pasear por la vía pública son actividades que se convierten en un verdadero reto para las mujeres, en especial las jóvenes o adolescentes al tener que escuchar comentarios de los hombres sobre su cuerpo o insinuaciones sobre lo que le harían si las llevaran a la cama.

Aunque desde hace tiempo se cree normal esta práctica que muchos llaman “piropo” la verdad es que los comentarios callejeros están muy lejos de ese concepto debido a que “un piropo” de acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española (RAE) “es un dicho breve con que se pondera alguna cualidad de alguien, especialmente la belleza de una mujer”.  Pero hoy en día se ha mal interpretado este concepto, cuando los hombres creyendo que halagan a una mujer hacen comentarios ofensivos que llenan de miedo y rabia a las víctimas.

Tener que cambiar de ropa, de acera o en ocasiones hasta de horarios y de ruta son las acciones que han tomado muchas mujeres para evitar ser víctimas de esas miradas insistentes,  silbidos,  comentarios groseros y hasta acercamientos que más allá de hacerlas sentir halagadas, las hacen sentir acosadas de una conducta machista que impera en nuestra sociedad.

Según cifras internacionales desde los 12 años las mujeres sufren este tipo de violencia y  tres de cada cuatro han sido víctimas de acoso callejero.

En el año 2019 en el marco de la “Semana Mundial contra el Acoso Callejero” el concejo de Regidores de la Alcaldía del Distrito Nacional aprobó la resolución No. 45-2018 que declara como prioridad municipal la atención, prevención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas en las calles y espacios públicos, reconociendo el acoso callejero como un tipo de violencia.

¡Sí! El acoso callejero es un tipo de violencia de género, y la violencia conforme a la Ley 24-97, en su artículo 3 explica pueden ser penalizadas con multas de pago de dinero y también con prisión.

Aunque estos tipos de casos se pueden someter a la justicia, la verdad es que es muy difícil que procedan.

Sin dudas el hostigamiento callejero es un mal social. Ninguna mujer ya sea niña, adolescente o adulta debería sentirse insegura al caminar por la vía pública de su ciudad. Ya es tiempo de reeducarnos y aprender a respetar a los demás.

Por: Ashley Medrano