Editorial

Agua helada

Agua helada

El paro   por 72 horas a partir del lunes en todos los hospitales de Salud Pública y del Instituto de Seguros Sociales (IDSS) convocado por el Colegio Médico se erige como la primera reacción gremial a la mala nueva de que no  hay manera de que  en 2014 el Gobierno produzca un aumento salarial en el sector público.

Un balde de agua helada ha sido lanzado  sobre  la esperanza de que se  incluya en el proyecto de Presupuesto General del Estado un incremento salarial para servidores,  con la  advertencia del  ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, ingeniero Temístocles Montás, de que los ingresos previstos dan apenas para cumplir  con compromisos de educación, electricidad y  deuda externa.

 Como ha sido siempre, esa huelga médica  afectará a miles de  pacientes pobres o marginados que  acuden a los  centros asistenciales públicos o  a los hospitales del IDSS, los que  no recibirán  ningún tipo de atención  o servicios facultativos a menos que  su salud se deteriore a nivel de emergencia hospitalaria.

La excusa de que  el incremento de más de 70 mil millones de pesos previstos en  el Presupuesto de 2014 serían empleados básicamente en  transferencias para  conjurar el déficit eléctrico,  cumplimiento del 4% a la educación y pago del servicio de la deuda externa, no resulta del todo válida, menos aun para justificar el congelamiento salarial al sector público.

El Gobierno prometió promover un incremento de sueldos a médicos, enfermeras y demás trabajadores de la salud,  compromiso que se pretende  borrar con la sola  declaración del ministro Montás de que los recursos disponibles solo alcanzan para  electricidad, educación y deuda. Lo menos que deberían hacer las autoridades es propiciar algún tipo de diálogo con el Colegio Médico en procura  de alguna solución.

Sin tomar en cuenta  que en 2013 el cumplimiento del 4% a la educación ha devenido en una ejecución precipitada, imprecisa y sin la correspondiente planificación de casi cien mil  millones de pesos   asignados a ese sector, el Gobierno pretende repetir  la  faena de  sembrar hielo en el desierto, esta vez con  una partida de RD$110 mil millones.

Una situación que se repetiría en el sector eléctrico por cuyo retrete se  desperdiciarán otra vez más de mil 300 millones de dólares en transferencias  para pagar deudas con el todopoderoso sector generador de electricidad. Por otro lado, el servicio de la deuda significará  en 2014 $104 mil millones, como resultado de una dilatada locura de endeudamiento.

A la par con  pedir al Colegio Médico que no  flagele  a la población con la negación de un servicio esencial y constitucional como lo es el derecho a la salud, se reclama del Gobierno que  eche a un lado  su montaña de  pretextos y excusas y habilite   efectivos canales de  comunicación y diálogo con los diferentes sectores laborales y profesionales del Estado que también acarrean la pesada  carga de la crisis económica.

El Nacional

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