Pésima la comedia del reo que tras ser condenado por un tribunal de Moca a 30 años de prisión por el homicidio de una niña de ocho años pudo fugarse de la sala aprovechando un supuesto descuido de los custodias. Y como si se tratara de una burla a la inteligencia o al dolor de los padres de Adrely Wuilanny Tapia, el recluso Orlando Fabián Ángeles escapó del Palacio de Justicia de Moca sin dejar rastros. Si fue por descuido los agentes estaban en todo, menos en su servicio.
Difícil de aceptar las supuestas habilidades de Fabián Ángeles para desaparecer del escenario como por arte de magia. Aunque los custodias han sido detenidos, el caso vuelve a sonar la alarma sobre la necesidad de una mayor depuración de los agentes que trabajan con reclusos o los destinados a preservar el orden y la seguridad ciudadana.
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