Sí, los principios

Cuando el anciano que hace el papel del soldado Ryan, escenificado al momento de la Segunda Guerra Mundial por Matt Damon, acude al cementerio junto a su familia a visitar las tumbas de los miembros del batallón que tenía la encomienda de rescatarle, encabezados por el capitán encarnado por Tom Hanks, le pregunta a su esposa e hijos: ¿He vivido una vida digna? La esposa le responde, sin dudar :sí.

¿Por qué lo inquiría? En el ocaso de su vida le preocupaba si había valido la pena el sacrificio con sus vidas de todo el batallón por rescatarlo bajo la orden del mismo presidente de los Estados Unidos debido a que ya la madre había perdido dos hijos en la misma guerra.

Esto viene a cuento porque los que ya despuntamos el alba debemos preguntarnos, a cada momento, si hemos llevado una vida ajustada a los principios de bien, sin hacer maldad, sin daños intencionales a otros, sin mezquindad, sin odios y rencores y, sobretodo, ajustados a la moral y la honestidad.

El éxito de una existencia, que algunos llaman alcanzar la realización o el nirvana, o como quieran llamarlo; se logra viviendo una vida decente, ajustada a los principios.

Ando de recogida, rondando la vejez, y a cada momento me hago la pregunta que se hizo el ya viejo soldado Ryan y salvo uno que otro lamento pienso que he vivido con decoro y dignidad y es el principal soporte que me ha servido para sobrepasar los momentos difíciles que nos han llegado y sentir respeto por lo que he sido.

Eso es el cielo. Esa es la gloria, eso es algo más que salud, eso es el paraíso, eso es la realización personal.

En este Noviembre de No violencia contra la mujer, me satisface reiterar que nunca he agredido a una mujer, y que sí puedo mirarme al espejo y sentir respeto por la imagen que él me devuelve. Sigo siendo yo, y eso es “algo más que salud”.

Por. José Díaz

josed4606@gmail.com