Santo Domingo.- En los últimos dos años se ha registrado un aumento de grupos de pandilleros que operan en algunas zonas de la capital, la provincia Santo Domingo, Santiago de los Caballeros y San Francisco de Macorís.

Esos grupos cuentan con armas modernas que adquieren en centros ubicados en esas demarcaciones, principalmente en barrios de Santiago de los Caballeros.

Dichas armas llegan a Haití procedentes del estado de La Florida, en Estados Unidos, y sus traficantes aprovechan el caos que reina en Haití para venderlas a las bandas que operan en esa nación.

Posteriormente, los grupos haitianos las comercializan a delincuentes dominicanos, que cuentan con apoyo de oficiales de instituciones militares.

Muchos delincuentes capitaleños se trasladan a Santiago para adquirir fusiles y pistolas, a pesar de que en Santo Domingo existen lugares de comercialización.

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Un arma en Santiago puede costar hasta la mitad del valor que tiene en la capital, según indicó una fuente con conocimiento en este tipo de operaciones ilegales.

Las pandillas utilizan dichas armas para cometer atracos y proteger centros de ventas de drogas que operan en las ciudades antes mencionadas, de acuerdo a la fuente.

En el país se ha incrementado el número de pandillas que operan en sectores de las principales ciudades, mientras las autoridades piden paciencia a la población, que, en su mayoría, se siente desprotegida.

Dos de esas bandas operan en el sector Los Frailes, en Santo Domingo Este, donde varias personas murieron por disparos, durante enfrentamientos entre miembros de gangas por control de territorio.