Puede que no guarden conexión alguna, pero nada se puede descartar con los dos asaltos en los últimos nueve días a una sucursal del Banco de Reservas, en Santiago, y a otra del Popular, en esta ciudad.

Por el asalto del 24 de mayo a la oficina de Banreservas ubicada en el supermercado La Fuente, en La Barranquita, la Policía detuvo a varios sospechosos y persigue a otros, además de recuperar parte del botín.

La Policía determinó que los asaltantes, que llegaron encapuchados y con armas largas, forman parte de una banda de delincuentes.

El caso de Santiago no bien ha terminado de aclararse cuando hombres armados asaltaron ayer la sucursal del Banco Popular localizada en una estación de combustible en la avenida Luperón a esquina Olof Palme.

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Según la entidad bancaria el hecho ocurrió a las 4:30 de la tarde. Los asaltantes cargaron con una suma indeterminada de dinero.

En medio de la delincuencia callejera los asaltos a oficinas bancarias eran esporádicos. Que en menos de dos semanas hayan ocurrido dos, más o menos con las mismas características, dispara las alarmas.

La Policía tiene que emplearse a fondo tanto para capturar a los asaltantes como para determinar qué es lo que hay.