Cójanlo

Auditoría no basta

Auditoría no basta

Senado de la República

No basta con que el infame barrilito de los senadores se audite mensualmente y ni siquiera que esos fondos se distribuyan con la mayor pulcritud.

Lo que pasa es que ese fondo de asistencia social representa un privilegio, que además de fomentar el nefasto clientelismo político ni siquiera se corresponde con la misión de los congresistas. Ese capítulo, tan cuestionado en el pasado como en el presente, no debe existir, y menos en un momento en que se procura fortalecer el sistema institucional.

 La función de los legisladores no es distribuir dádivas, sino elaborar leyes y fiscalizar su cumplimiento.

El presidente del Senado, Eduardo Estrella, quien no recibe el barrilito, no debe defenderlo con el alegato de que se audita cada mes, sino legislar para que se elimine. Como él, tampoco lo reciben los senadores Faride Raful y Antonio Taveras Guzmán.

Pero ese no es el caso. Los senadores gozan de muchos privilegios para también recibir recursos para ayudas sociales, una misión que compete al Gobierno. Mientras existan programas como el fondo de asistencia social de los senadores el país seguirá lejos de la anhelada institucionalidad.

El Nacional

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