Suena con tenebrosa estridencia la alarma sobre la criminalidad los dos muertos y el herido a manos de encapuchados que desde una motocicleta dispararon contra un grupo en Moca.

De inmediato se baraja la hipótesis de que la agresión está relacionada con la disputa entre pandilleros por el control de supuestos puntos de venta de drogas.

Esas batallas campales entre supuestos grupos han segado la vida a víctimas inocentes en diferentes barrios, entre los que cabe mencionar Los Guandules, Los Frailes y Los Tres Brazos, en la capital. Casi todos los sucesos tienen parecidas características.

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Pistoleros encapuchados, como en el caso de Moca, abren fuego contra un grupo sin importarles un bledo las consecuencias. Los muertos en la balacera en el sector Villa Bartola, Moca, fueron identificados como Jonathan Rafael Santiago Sánchez (Bubú), 36 años, y otro solo como Jellis.

El herido, de quien se ha dicho que está grave, fue identificado como Manuel. Esa criminalidad que se esparce por doquier y que tanto pánico provoca en la población constituye un desafío para la Policía.

Además de los tradicionales atracos y asaltos, en los que varias personas han perdido la vida, como el caso del jovencito Joshua Fernández, es peligrosísima la batalla campal entre pandilleros por supuestos puntos de drogas.

Más que explicaciones y estadísticas en los sucesos se requiere una eficaz intervención para garantizar la paz y la seguridad a la población.