El Banco Popular Dominicano arriba a su 55 aniversario convertido en una de las instituciones de mayor fortaleza y prestigio del sector de intermediación financiera nacional, asociado con los afanes de crecimiento y desarrollo de la economía y de la familia.
Fundado por don Alejandro Grullón, como parte de un ambicioso Plan Estratégico para el desarrollo de la provincia de Santiago, el Popular es hoy fiable aliado de la industria, turismo, comercio, agropecuaria, agroindustria, pymes, así como de ciudadanos que requieren de servicios bancarios eficientes y solidarios.
Con su diversificado portafolio de negocios y su vocación innovadora, ese banco se erige como uno de los más influyentes pilares del sistema financiero, cuyos financiamientos abarcan a casi todo el abanico productivo nacional, además de poseer una acendrada vocación de promoción social.
Las felicitaciones por el cumpleaños del Banco Popular van dirigidas a su presidente ad vitam, don Alenjandro Grullón, al presidente de su Consejo de Administración, Manuel A. Grullón, y a todos sus directivos, empleados y colaboradores.
Desalojo
Lo menos que deben hacer las autoridades es desalojar de Valle Nuevo y su entorno a centenares de haitianos indocumentados que se asentaron en esa zona protegida en el municipio de Constanza, donde se prohíbe a los dominicanos levantar cultivos que degraden las áreas donde se originan numerosas cuencas hidrográficas.
Esos inmigrantes llegaron a la comunidad de El Convento y a otros lugares cercanos a Valle Nuevo después de ser contratados para realizar labores agrícolas, pero también con vocación a levantar conucos en la zona protegida.
Los desalojos deben realizarse de conformidad con la ley, con protocolos que garanticen respeto a sus derechos, pero debería quedar bien claro que bajo ninguna circunstancia se permitirá que en Valle Nuevo se desarrolle un asentamiento de indocumentados que ponga en peligro una zona vital para la producción de agua.
Es importante señalar que decenas de familias dominicanas fueron sacadas de esos terrenos y sus cultivos inhabilitados, por lo que sería impensable creer que las autoridades permitirían o alentarían que haitianos indocumentados se asienten en esa zona.
