Opinión

Bosch en el recuerdo

Bosch en el recuerdo

Juan Emilio Bosch Gaviño murió un día como hoy, hace 17 años, con él se apagó una vida dedicada al servicio de los demás, pero “Lo importante no es como se comienza sino como se termina”; esta célebre frase, atribuida al heptacampeón del mundo de Fórmula I Michael Schumacher, tiene mucha validez en la vida pública, sobre todo si se deben manejar valores como la moral y los principios.

Los que nos sentimos como sus seguidores (de a verdad), a pesar de los pesares, debemos tratar de terminar bien y borrar la idea de que don Juan fue un fracasado por no haber terminado bien la obra que más empeño le correspondió llevar, pero no “Batiré más el cobre” y prefiero terminar con esta imagen de mi maestro que aparece en la página117 de nuestro libro “Ni santo ni mesías: solo Juan Bosch” en el capítulo III “El hombre, su medio y sus circunstancias”: “Cuando Juan Bosch salía solo, siendo muchacho, a cazar culebras en la comunidad de “Rio Verde” de su natal ciudad de La Vega, donde vivía su entrañable abuelo Juanito, o cuando, también en soledad, colocaba una soga en lo más alto entre dos matas de Anacahuita e intentaba caminar sobre ella, sin esperar aplausos o reconocimientos por su proeza, o sin temor a burlas si caía, era muestra de un temperamento fuerte, una personalidad en busca de lo máximo, de ser excelente, de destacarse en la vida, pero por sobre todas las cosas dándose a los demás.

Su vida entera, su carrera como escritor, educador y político estuvieron marcadas por esa personalidad, y esa es la razón de su éxito como individuo, como líder, independientemente de que algunos le consideren un perdedor fruto, principalmente, de sus “fracasos” electorales”.

El Nacional

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