Más de la mitad de las casi cincuenta mil personas que desde hoy se incorporan al Operativo de Seguridad y Prevención Semana Santa 2025, son políticas y militares que tienen la misión de garantizar y aplicar la ley ante la comisión de ilícitos penales en autopistas, carreteras, playas, balnearios y zonas urbanas.
La exhortación a la prudencia precede a las acciones punitivas que aplicarán las autoridades como imposición de multas, decomiso de vehículos, motocicletas, altos parlantes o apresamiento de quienes perturben el orden jurídico, incluidas transgresiones como exceso de velocidad o conducir en estado de embriaguez.
Los ministerios de Defensa e Interior y la Policía han instruido a sus casi 28 mil miembros que participarán en ese operativo a asistir a la ciudadanía ante cualquier contrariedad, pero también a multar o detener y remitir al Ministerio Público a quienes infrinjan el Código Penal y la Ley de Tránsito.
En medio de la consternación y el luto colectivo por la tragedia acaecida en la discoteca Jet Set es oportuno rogar para que prevalezca la sensatez con la advertencia de que no se tolerará desenfreno ni irrespeto de ningún ciudadano sin importar jerarquía social, nivel de influencia política o económica.
Prevalece la esperanza de que quienes se van o se quedan observarán un comportamiento cónsono con la cordura y el respeto al derecho ajeno, lo que haría menos difícil la labor de prevención de accidentes encomendada a 49,997 miembros de 22 instituciones, incluidos centenares de voluntarios.
El Comité de Operaciones de Emergencias, Policía y jurisdicciones de fiscalías abren desde hoy sus libros de registro de posibles fallecidos en accidentes de tránsito, por ahogamiento, ingesta excesiva de alcohol y comida o a causa de riñas, ante las cuales cada cual debe poner de su parte para no figurar en esas fatídicas listas.
El Ministerio Interior y Policía prohibió las fiestas y celebraciones en zonas de playas y parques, aunque se tiene entendido que los vacacionistas actuarán con moderación y respeto al luto por la tragedia del 8 de abril, pero si así no fuera, las autoridades tienen el deber de hacer cumplir con esa disposición.
Los que se van tienen el compromiso de asegurar lo mejor posible sus inmuebles porque serán muchos los delincuentes que pretenderán convertir en agosto este luctuoso abril, en tanto que quienes se quedan tendrán una ciudad tranquila para disfrute espiritual junto a los suyos. Buen viaje, feliz estadía.