El Ministerio de Medio Ambiente ha hecho bien no solo al reconocer la violación de la ley de áreas protegidas con la construcción del muro fronterizo, sino al ordenar paralizar la obra hasta que se cumplan con las normas, pero hasta el hasta el viernes no se había acatado la decisión y seguían los trabajos.

La entidad que dirige Miguel Ceara Hatton informó que tomó la decisión al evidenciarse que en el área protegida de Laguna Saladilla, Montecristi, se cortaron árboles sin autorización, además de extraerse materiales de la corteza terrestre. La firma responsable de los daños debería pagar las consecuencias.

Sin importar la trascendencia que tenga el muro para controlar el trasiego irregular de personas, la obra tiene que efectuarse con estricto apego a la ley. Que haya sectores interesados en politizar la obra no es lo que está en juego.

Si algo se le puede criticar a Medio Ambiente es que diera a conocer la decisión después de la denuncia de ambientalistas sobre la violación de la ley de área protegida en la construcción del muro.

Tenía que hacerlo desde el primer momento. Falta ahora que el Ministerio de Defensa acate la prohibición.