Se trata de una frase que se repite mucho entre jueces, fiscales y funcionarios lo de que no le temblará el pulso para actuar ante cualquier violación o irregularidad.

Sin embargo, no deja de alentar la afirmación del presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Román Jáquez, de que está decidido actuar ante cualquier violación de la ley, sin importar la procedencia.

Por ahora Jáquez y los miembros de la JCE han dado buenas señales de responsabilidad en el desempeño de sus funciones.

Pero la garantía que ha ofrecido es una necesaria advertencia frente a partidos y candidatos que en ocasiones dan la impresión de que se consideran con una licencia para violentar las normas establecidas.

Los procesos electorales generan por aquí muchas tensiones y conflictos, cuando no por la permisividad o autoritarismo de las autoridades, por el incumplimiento de las leyes en que incurren los partidos políticos. Los ejemplos no hay que enumerarlos.

Por eso estimula el ejemplo anunciado por Jáquez al afirmar que a la JCE y demás organismos no les “temblará el pulso para denunciar y constituirse en parte del proceso penal ante las violaciones a la norma penal electoral”.

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