El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien ha sido duramente criticado por los métodos contra las pandillas, ha sido ampliamente aplaudido por las reformas que promueve para combatir la corrupción y reducir el gasto público.

En una intervención ante el Parlamento, el polémico mandatario adelantó que de la misma forma que ha iniciado la construcción de cárceles para los “terroristas”, así también lo hará para los corruptos, a quienes se enjuiciará y se les despojará de sus bienes.

Para garantizar una mejor gestión pública y satisfacer las necesidades de la población, Bukele anunció un proyecto para reducir el número de alcaldías de 262 a 44.

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También se propone la reducción del número de diputados de 84 a 60, con lo que espera aliviar la carga presupuestaria. La reforma de Bukele ha encontrado una amplia acogida en la población.