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Cacique Enriquillo génesis de nuestro pueblo

Cacique Enriquillo génesis de nuestro  pueblo

El autor de esta página que publicamos en El Nacional no se sorprende de nada en términos políticos, culturales, musicales o de cualquier otra naturaleza, porque como dominicano, que ha nacido y vivido aquí prácticamente toda su vida, completó una realidad de lo que son los dominicanos cuando Juan Bosch, el gran maestro político dominicano y de América nos escogió y nos distinguió para presentar la versión de ese libro extraordinario que se titula “Composición Social Dominicana”.

Ahora en la página de este periódico el pasado el 5 del corriente mes de diciembre, se publica con gran titular una noticia que hacen pública los funcionarios del actual gobierno: “RD reconocerá al cacique Enriquillo que se rebeló contra genocidio español”.

La información la hace pública la agencia internacional española EFE realmente ignoramos las razones.
Enriquillo, es un personaje inolvidable e imborrable en la historia del pueblo, la nación y el Estado dominicano; porque Enriquillo en términos humanos, reales, como referencia, es la génesis de la nación dominicana.

Nos perdonan esto que vamos a señalar: en los primeros meses del año de 1995 gobernando República Dominicana el doctor Joaquín Balaguer, y desempeñando las funciones de secretario de Educación el doctor José Andrés Aybar Sánchez, pusimos en circulación un libro, que está en su V edición titulado “Héroes y Próceres Dominicanos Y Americanos” y le correspondió ponerlo en circulación a José Andrés Aybar, nuestro intimo amigo y compañero de promoción universitaria, por expresa disposición del Presidente de la República quien además ordeno a José Andrés, que el libro fuera declarado “parte de la bibliografía oficial de la Secretaría de Educación”, como texto de consulta para los grados segundo y tercero del nivel medio.

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La Secretaria de Estado de Educación Bellas Artes y Cultos, consideró que los ensayos que recoge el libro se habían constituido en un material imprescindible “para comprensión de la historia de los pueblos en que los héroes y próceres biografiados jugaron papeles protagónicos”.

La primera figura de esa colección de ensayos es Enriquillo: calificado por el autor en términos reales, humanos, sociales, políticos y militares, como la génesis del pueblo dominicano y el gran maestro como jefe guerrero y militar y el primero del continente americano.

Desde 1995 han transcurrido 26 años; saludamos la decisión del gobierno nuestro de homenajear a Enriquillo, que como hemos afirmado es eterno e imborrable en la historia militar, social y política de nuestro pueblo.

Enriquillo no fue un personaje común y no tenemos que volver a recordar sus orígenes desde el momento en que Diego Velázquez lo rescató, de la matanza de Jaragua llevándoselo en la grupa de su caballo.

Bajo la protección de Velázquez, conquistador de Cuba después, creció y se hizo un adolescente como paje y escudero el niño Guarocuya que fue bautizado y recibió el nombre de Enriquillo.

Enrique o Enriquillo aprendió hablar español y sabía leer y escribir lo que deja establecido de manera indiscutible que aprendió todo lo bueno y lo malo de los conquistadores que se habían hecho dueños primero que nada de esta isla que bautizaron con el nombre de La Española.

Este personaje extraordinario es el fundador de la escuela militar dominicana: de él aprendieron “los negros cimarrones” que se alzaron años después en las montañas de Baoruco, donde Enriquillo había derrotado las tropas españolas y fue ese método de guerra irregular que él creó y puso en vigencia, el método de guerra que crearon los blancos criollos españoles, negros libres y esclavos que derrotaron vergonzosamente a los ingleses de Penn y Venables, enviados por Oliverio Cromwell, en 1655 para despojar a España de la posesión de la isla La Española.

Ese mismo método de guerra irregular enriquecido, fue el que aplicaron en la batalla de Palo Hincado donde se libró la primera carga al machete contra las tropas francesas de Napoleón Bonaparte bajo el mando del general Ferránd.

Fue el sistema de guerra irregular que emplearon los dominicanos en la larga guerra victoriosa contra las tropas haitianas cuando se fundó la república concebida por Juan Pablo Duarte y sus compañeros, y que luego volvió a utilizarse en la Guerra de La Restauración de la República, vendida por el traidor de Pedro Santana el 18 de marzo de 1861.

Pero esa guerra sirvió para que el gran estratega militar dominicano de todos los tiempos Ramón Matías Mella, recogiera y resumiera en síntesis las enseñanzas de aquella figura eterna, legendaria, presente e inolvidable de Enriquillo, el maestro descrito como un hombre silencioso, coherente, que le dio a los españoles una lección de lo que era y de lo que iba ser siempre la importancia extraordinaria del pueblo dominicano en la historia de América y del mundo.

“Cuidado, cuidado lo que van a inventarse con la memoria de este personaje que es la primera y gran leyenda de nuestro pueblo”.

Para orgullo y satisfacción del autor, “Héroes y Próceres Dominicanos y Americanos”, hace muchos años, ha sido traducido al inglés, alemán, francés y portugués, para los archivos biográficos de la K.G. Saur Verlag Meruchen de Alemania, considerada la editora de libros educativos, más grande del mundo.

UN APUNTE

Orígenes

Enriquillo, conocido por los indígenas como Guarocuya o Huarocuya, era un cacique taíno quien lideró una rebelión contra los españoles a principios del siglo XVI. Era miembro de la familia real del cacique de Jaragua, cuyo padre era el príncipe de la región de Bahoruco.