Opinión

Cambio, diálogo y concertación

Cambio, diálogo  y concertación

Cada día crece más el deseo en la mayoría de los dominicanos por el cambio. Ante el fracaso del modelo del PLD en enfrentar la corrupción, en mejorar la calidad de vida y combatir la inseguridad ciudadana, el deseo del cambio es un clamor nacional. Todos los ojos están sobre Luis Abinader, quien, sin dudas, es el candidato que representa el cambio y quien tiene mayores posibilidades de ganarle al PLD.

Construir esa victoria ha significado un camino que se inició luego de las elecciones de 2012, con la profunda crisis que tuvo como consecuencia la creación del Partido Revolucionario Moderno (PRM), hoy la principal fuerza política de la oposición.

El PRM es hoy, junto a otros partidos que se han diferenciado del PLD, la representación digna de la oposición ante el deseo desmedido del partido oficial. Luchar contra la imposición de la reforma constitucional que introdujo la reelección, hecho que desnudó la estrategia continuista del presidente Danilo Medina, sepultando la democracia interna del partido oficial, ha permitido observar las condiciones de liderazgo y de madurez de Luis Abinader, en la denuncia de escándalosos actos de corrupción y en las promesas incumplidas del presidente Medina. Mientras el PLD se reparte el pastel de la Patria, Luis Abinader reclama sanción a la corrupción.

El gobierno se ha hecho ciego, sordo y mudo ante las denuncias contra funcionarios y exfuncionarios del gobierno, cuyo patrimonio no pueden justificar. La corrupción ha hecho metástasis en el sistema, y la desconfianza crece de manera vertiginosa en la población. En contra de todo esto, surge el cambio como alternativa triunfadora.

La oposición está hoy obligada a dialogar y a concertar para vencer al PLD. Hay ejemplos importantes en América Latina que nos pueden servir como modelos. Lo que no podemos permitir es que por indiferencias o por intereses personales, no hagamos el esfuerzo de la concertación. El país lo agradecerá.

Luis Abinader tiene la gran responsabilidad de conducir el cambio que la República Dominicana necesita. Se ha comprometido con la calidad del sistema de salud, con la fortaleza de las instituciones del orden, con más y mejor empleo, con seguridad ciudadana y con el fin de la corrupción. Esta casa política, del cambio y la esperanza, está y estará abierta para todos los que comulguen con estas ideas de transformación que el pueblo dominicano merece, demanda y necesita.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación