Observaciones
Señor director:
Hace seis años conversaba con un cabo de la Policía asignado a la autoridad Metropolitana de Transporte (Amet), de servicio en la calle Ciriaco Ramírez, próximo al colmado La Venganza, por donde deben descender los vehículos que circulan por el elevado de la avenida 27 de Febrero.
Le pregunté al cabo por qué no intervenía y detenía a los conductores de las motocicletas que circulaban ilegalmente por el elevado.
“No quiero que me acusen de observaciones impertinentes y de faltas a la superioridad”, me contestó el joven agente.
Cualquier persona que circula en una motocicleta–me dijo–puede tener un rango mayor al mío, y si eso ocurre me estoy metiendo en un problema.
El cabo de Amet no tuvo que darme más explicaciones para comprender que en materia de guardias y policías hay que ser comedido y mantener la disciplina, para no caer en desgracia.
Me parece que el coronel Radhamés Santos Aquino hafaltado a la superioridad de la Policía Nacional con observaciones impertinentes que le acarrearán otra sanción adicional a las diez que ya le han sido impuestas por distintas faltas disciplinarias.
Hasta en el baloncesto se expulsa a cualquier jugador, no importa que sea un estelar, si comete cinco faltas, y el coronel Santos Aquino ya ha cometido alrededor de diez.
Muchas personas en Mao recuerdan al coronel cuando fue trasladado hacia Dajabón, y se tomó cinco días para llegar a su destino, cuando debió hacerlo en 24 horas.
Existen además otras quejas del oficial superior, suficientes para mandarlo a su casa, ya que un oficial tan cuestionado y polémico no debe estar en servicio activo.
No es mi norte hacer leña del árbol caído, pero estimo que quien ostenta un rango de oficial superior debe tener los pies bien puestos sobre la tierra y la cabeza unos palmos más arriba.
Los que somos hijos de inmigrantes sabemos que la disciplina es la única forma de avanzar, como decía mi abuelo paterno Paul Phillipe, q uien se formó bajo las reglas del férreo colonato inglés.
Si un oficial que maneja hombres armados, investidos de autoridad, no es disciplinado, nadie impedirá el caos, y el coronel Santos Aquino lo sabe de sobra por sus años en el cuerpo del orden
Atentamente,
Ruddy Germán Pérez
Periodista