Por más reservas que se tengan, es más que obvio que solo la intervención de Estados Unidos puede ayudar a recorrer el velo de misterio que ha rodeado el magnicidio del presidente Jovenel Moïse.
No está claro si a petición o no de las autoridades haitianas, pero con la decisión del Congreso estadounidense de ordenar una investigación del asesinato de Moïse se abre un abanico de esperanza de que el caso será aclarado. Desde el asesinato de Moïse, ocurrido el 7 de julio de 2021 en su residencia, la investigación no solo ha avanzado con mucha lentitud, sino que ha estado plagada de dudas.
Tras la decisión del Congreso un legislador expresó que en Estados Unidos estaban muy preocupados de que un Gobierno tan inestable como corrupto permita “o fomente más abusos contra los derechos humanos”.