Las circunstancias que rodearon la destitución en 1996 de Juan Bautista Rojas Tabar como secretario de las Fuerzas Armadas, durante el primer Gobierno de Leonel Fernández, han vuelto sobre el tapete a raíz de un artículo escrito el lunes en Listín Diario por el exjefe de la FAD, Rafael Guillermo Bueno Vásquez.

Según Bueno Vásquez, el Presidente le dijo a Rojas Tabar, cuando este le pidió que destituyera a los oficiales que lo calumniaban para implicarlo en la desaparición del profesor Narciso González, que no podía hacerlo por tratarse de un Gobierno nuevo, pero que fuera a la Procuraduría a hacer la denuncia.

Sin embargo, el exjefe de la Marina, Homero Luis Lajara Solá, dijo que había acompañado a Rojas Tabar al Palacio y que nunca oyó que el mandatario le dijera que en ese momento no podía destituir a oficiales

Ahí no termina todo, pues Lajara Solá identificó al vicealmirante Gerardo Santana Suero, entonces jefe de la Marina de Guerra, como cabecilla de la supuesta trama contra Rojas Tabar, a quien definió como un militar íntegro, sensible y de firmes convicciones.

En la supuesta trama para ligar a Rojas Tabar con la desaparición de Narcisazo, ocurrida el 26 de mayo 1994, sería utilizado el entonces capitán de corbeta Luis Lee Ballester.

La intención de Bueno Vásquez era reconocer las cualidades Rojas Tabar como militar y ser humano, pero ha propiciado un posible debate con el caso Narcisazo de telón de fondo.